Logra el reto del adulting
Si tienes problemas de “adulting”, estas recomendaciones te ayudarán a hacer tu vida más sencilla.
Las responsabilidades de los primeros años viviendo solo pueden ser abrumadoras, pero con algo de organización logra hackear el reto del “adulting”.
“Aunque las obligaciones de la vida independiente podrían ser intimidantes, la mejor forma de cumplir con todo sin morir en el intento es crear mejores hábitos de organización”, dijo Sebastián Mejía, quien además de ser cofundador de Rappi, el asistente personal que permite pedir lo que quieras en cuestión de minutos, es especialista en administración.
Planea tus finanzas: la clásica recomendación de hacer un presupuesto, es el mandamiento principal para todo adulto joven. Además de la fórmula “ingresos menos gastos fijos”, identifica cómo economizar alrededor de cada uno.
Actualmente la tecnología facilita la experiencia de compra sin salir de la comodidad del hogar, por lo que un tap puede ser suficiente para llevar a cabo tu súper o pedir tus platillos favoritos a domicilio sin tener que incurrir en gastos adicionales.
Por otro lado, aprovecha que gran parte de los servicios (como luz, agua, gas, etcétera) se pagan en línea. Busca aplicaciones móviles que te dejen programar los pagos o enviarte recordatorios unos días antes.
2.-Controla el Fear of missing out: por un mezcla de “presión social” y querer desestresarte el fin de semana, sientes la necesidad de no perderte ninguna reunión, festival de música o salida a un bar. Pero, el costo de tu Fomo ( Fear of missing out o miedo a perderte de algo) puede ser demasiado elevado y pone a sudar a tu cuenta bancaria. Planea tus salidas de acuerdo a tus posibilidades.
3.-Limita los caprichos: las compras por impulso o como terapia desestresante, terminarán por causarte un problema financiero aún más grande y, para final de la quincena, estarás arrepintiéndote de tus malas decisiones. Es verdad que por tu esfuerzo debes consentirte de vez en cuando, pero redúcelo a algo ocasional.
4.-Piensa en tu bienestar: es común que ante el cúmulo de actividades dejes de lado la comida. La consecuencia: acabas comiendo donde sea y te vas por el platillo más grande que encuentras. Esto no sólo es una sentencia para tu salud (porque alimentarte mal te lleva a un círculo vicioso de descontrol alimenticio), sino que termina por afectar a tu cartera porque gastas más de lo que deberías destinar diariamente a tus comidas.