Recibe INAH copia del libro impreso más antiguo del mundo
Una copia fiel del libro impreso más antiguo del mundo con tipos móviles de metal, “Jikji”, publicado siete décadas antes que la primera “Biblia” de Gutenberg, fue donada al Instituto Nacional de Antropología e Historia por la Embajada de la República de Corea.
En un comunicado, el instituto explicó que el volumen, una antología hecha por el monje Baegun de las enseñanzas de los sumos sacerdotes sobre la identificación del espíritu de Buda mediante la práctica del Seon, podrá ser admirada por el público en el Museo Nacional de las Culturas (MNC).
Expuso que la ceremonia de entrega-recepción fue encabezada por el titular del INAH, Diego Prieto; el embajador de la República de Corea en México, Chun Bee Ho; y la titular del MNC, Gloria Artís, y el hecho se hace como parte de las celebraciones por los 55 años de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Durante la actividad, Prieto Hernández celebró este “hermoso gesto de amistad”, y la pieza confirmará el compromiso del referido museo de difundir una historia de la humanidad multilineal y diversa, que existen muchas culturas en el mundo, diferentes y todas valiosas.
El diplomático Chun Bee subrayó que esta donación celebra el aniversario del MNC, al tiempo que forma parte de los festejos por los 55 años de relaciones diplomáticas entre ambos países, así como el 112 aniversario de la primera migración de coreanos a la península de Yucatán.
Parte de la Memoria del Mundo
Resaltó que en el MNC exista una sala que difunde la historia y cultura de su país, a la que pronto se sumará la copia facsímil del “Jikji”. Recordó, además, que en septiembre pasado se inauguró en este recinto la muestra temporal “Colores de Corea. Pinturas de Ana Kim”, que sigue abierta al público.
Por su parte, la investigadora Silvia Seligson destacó que por su antigüedad y su aporte a la cultura mundial por ser impreso con tipos móviles de metal, el “Jikji” fue integrado en 2001 a la lista de Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Detalló que el libro de 38 páginas fue escrito en idioma chino, país que creó los tipos móviles de madera y porque Corea aún no había desarrollado su alfabeto; originalmente constaba de dos volúmenes, uno de los cuales se perdió y el otro se sabe fue comprado por un ciudadano francés en el siglo XIX.
Éste fue donado en 1911 a la Biblioteca Nacional de Francia, en París, donde aún permanece, pero la Biblioteca Nacional de la República de Corea resguarda en Seúl los originales de una serie de placas de madera correspondientes al “Jikji”, concluyó.
El “Jikji” podrá ser apreciado en breve en el Museo Nacional de las Culturas.
(Notimex)