Nadie quiere hablar de Chavela Vargas

El documental sobre la vida de la tica más mexicana, se proyectará a partir del próximo 3 de agosto en salas comerciales, en conmemoración a su natalicio.

Enferma, lesbiana, costarricense. María Isabel Anita Carmen de Jesús, como la bautizaron sus padres para luego dejarla a cargo de sus tíos, dedicó su peculiar y un poco decadente vida, a cantarle al dolor, a la muerte y al amor.

Chavela, el personaje

Antes de que las series y documentales biográficos se pusieran de moda, la originaria de Costa Rica ya tenía claro que si iba a plantarse en un escenario, no lo haría como cualquier otra cantante de música ranchera de la época, lo haría ante todo, de una forma singular y única. Este estilo que la caracterizó a lo largo de toda su carrera, se fue puliendo hasta personificar y experimentar en su cuerpo las vivencias de este personaje parrandero, nostálgico, mujeriego, adolorido, borracho, decadente, agonizante, vibrante e intrigante. Así, Chavela Vargas vivió y murió siempre al filo del límite entre lo permitido y lo que le daba la gana hacer.

Nació en San Joaquín de las flores, Costa Rica padeciendo de poliomelitis desde muy temprana edad. Siendo aún adolescente se muda e instala en México donde comienza a cultivar su carrera como cantante de música ranchera. Por azares de la vida, termina siendo apadrinada por el mismo José Alfredo Jiménez, quien además de impulsar su carrera, fue también su compañero favorito de parrandas.

El vicio no paga

O al menos eso dicen las abuelas y de vez en cuando habría que hacerles caso y Chavela Vargas es el ejemplo vivo del por qué, pues una vez que la intérprete maduró en su carrera, también lo hizo en su bien cimentada ansiedad por consumir bebidas alcohólicas. Tanto acrecentó su enfermedad que incluso tuvo que hacer una pausa indefinida en su trayectoria para lograr restablecerse. Fue gracias a sus amigas y colegas, Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez, que logró salir del profundo bache de adicciones.

A pesar de todos estos contratiempos a los que la cantante estuvo expuesta desde muy pequeña, Chavela Vargas se relacionó con intelectuales y otros artistas que se convirtieron en más que amigos. Algunos de ellos fueron Diego Rivera y Frida Kahlo, Picasso, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Carlos Monsiváis y Pedro Almodóvar fueron tan solo algunos de los personajes que la Vargas tenía en su agenda para llamar un viernes casual.

El documental

El largometraje que recorre la trayectoria de este ícono de la música corre a cargo de las directoras Catherine Gund y Daresha Kyi, quienes rompieron la barrera personal para intimar con la cantante hasta el punto de lo cotidiano. Las entrevistas que las directoras le hicieron a Chavela Vargas datan de hace 25 años y tocaron tan profundamente a las realizadoras que les ha llevado todo este tiempo editar y conformar el material para su documental. Las cineastas adelantan que no es un reportaje de investigación el cual refleje los misterios íntimos de la vida de la cantante, sino que, a manera de homenaje, buscaron hacer poesía a través de las imágenes y los testimonios de quienes gozaron de la presencia de Chavela Vargas.

El documental sobre la vida de la tica más mexicana que hayamos conocido, se proyectará a partir del próximo 3 de agosto en salas comerciales, pareciera en conmemoración a su natalicio.

SNPSMX/Alex Avilés