Juventus se impuso ante Barcelona en partido aburrido pero con emotivo final
La BBC de la Juventus fue mejor que el MSN del Barcelona.
El argentino Lionel Messi, el uruguayo Luis Suárez y el brasileño Neymar no pudieron superar a la veterana defensa de Leonardo Bonucci, Andrea Barzagli y Giorgio Chiellini y el Barcelona se fue en blanco en los 180 minutos de su duelo de cuartos de final de la Liga de Campeones ante la Juventus.
«Estoy muy contento con el trabajo de los muchachos», dijo el técnico de la Juventus, Massimiliano Allegri después del encuentro. «Hoy (miércoles) todos tuvieron un gran partido, pudimos haber jugado todo el día sin conceder un gol».
Después del triunfo de la semana pasada 3-0 en Turín, fue la ofensiva de la Juve la que se quedó con los elogios, en particular el argentino Paulo Dybala, quien marcó en dos ocasiones.
El miércoles, la Juventus dictó una cátedra defensiva para garantizar que no hubiera otra remontada milagrosa del Barcelona, que derrotó 6-1 al Paris Saint-Germain en la ronda previa para convertirse en el primer equipo en borrar una desventaja de 4-0 en la historia del certamen.
Alex Sandro y el ex lateral derecho del Barcelona, el brasileño Dani Alves, iniciaron el juego al lado de Bonucci y Chiellini, mientras que Barzagli ingresó para los últimos 16 minutos.
Buffon tuvo que realizar solo una atajada en todo el encuentro, mientras la Juventus desplegó una defensiva en conjunto, en donde hasta los delanteros colaboraron en la zaga, una de las fortalezas del conjunto italiano bajo el mando de Allegri.
«Estamos satisfechos, hicimos algo grandioso», dijo Dybala. «Para nosotros es una noche fantástica».
Allegri ha implantado en sus jugadores una concentración inquebrantable y la obligación de nunca bajar la guardia. Con tan solo unos segundos por jugar en el Camp Nou y la remontada del Barcelona prácticamente descartada, Bonucci le pidió a Messi intercambiar camisetas después del silbatazo. Chiellini rápidamente reprendió a su compañero con un manotazo por perder brevemente la concentración, a pesar de que la obra estaba prácticamente concluida.
La afición de la Juventus hizo notar su angustia cuando Conte dejó el equipo para hacerse cargo de la selección italiana y en su lugar llegó Allegri, quien unos meses atrás había sido despedido por el Milan.