Huasteca potosina, ¡sólo para adictos a la adrenalina!
Ofrece actividades que acelerarán tu corazón mientras disfrutas de majestuosos paisajes, además gozarás de una deliciosa gastronomía
La huasteca, es llamada así porque fue habitada por los huastecos, comprende el norte de Veracruz , el sur de Tamaulipas, pero es San Luis Potosí, uno de los estados que la comprenden en donde las aventuras extremas y los paisajes maravillosos se conjugan para hacer tu viaje inolvidable.
Inicia tu excursión en la puerta grande de la huasteca, es decir, Ciudad Valles, camina a la orilla del río Valles en El Parque Luis Donaldo Colosio; probablemente el aroma de los platillos típicos te llame y debas transitar por el mercado municipal, no olvides comprar bordados indígenas y productos de la región.
Los amantes de la historia deberán hacer dos escalas una en el Museo Tamuantzán en el Centro Cultural de la Huasteca que alberga piezas arqueológicas que proceden de Tamohí y Tamtoc. La segunda en el Museo Regional Huasteco Joaquín Meade que exhibe piezas arqueológicas de cerámica, artefactos agrícolas, pectorales de concha e instrumentos musicales. Ambos están abiertos de 10:00 a 17:00 horas.
Sal de la ciudad para observar el retorno de las aves al Sótano de las golondrinas, el camino sinuoso te llevará en 35 minutos, hasta encontrarte con uno de los abismos naturales y más profundos del mundo de 512 metros y una abertura de 60 metros. El descenso de las aves es como una danza que organizan en el cielo, pues dan vueltas en círculo antes de llegar a sus nidos, todo en un murmullo impresionante.
Despliegue de cascadas
Al norte de Valles conoce la Gruta Los Sabinos, llegarás a ella por un camino rodeado de vegetación de selva baja. Cactáceas y árboles milenarios cobijan la Reserva de la Biosfera de la Sierra AbraTanchipa, que encierra una cavidad con formaciones de estalactitas y estalagmitas. En el ejido de Los Sabinos se puede hacer senderismo, andar en bicicleta o realizar rapel en el Sótano del Arroyo, la segunda sima (si con “s”) más grande del mundo. Las Simas, al contrario que las Cimas, son cavidades en forma de pozo que se forman por procesos erosivos en la roca calcárea.
La siguiente parada es en el municipio de Naranjo donde está la cascada de Minas Viejas, con una altura de 50 metros, el espectáculo es fascinante pues parece que el agua brota entre los árboles y forma cuatro pozas que son una alberca natural, no lo pienses y sumérgete entre sus aguas.
Si continúas con esta ruta encontrarás las Cascadas de Micos, con siete caídas de agua que crean un balneario natural en el cual es posible nadar, remar en kayak o practicar rafting. La naturaleza que lo rodea es el marco perfecto. Si lo prefieres renta una lancha para recorrer el río.
¿Descubriste que te encantan las cascadas? Entonces tienes que conocer el Balneario de las Cascadas de Tamasopo, te hipnotizarán sus tres caídas de agua desde 20 metros de altura que son interceptadas por la luz y forman múltiples reflejos. El juego de colores que van desde el verde pálido en las orillas y se matiza de azules hasta llegar al turquesa te invitan a que te introduzcas en ellas, si eres intrépido lánzate de clavado desde una de sus pozas en un trampolín de cemento. Es un sitio ideal para acampar.
¿Requieres un shot de adrenalina?
Entonces dirígete al Río Tampaón, que permite remar entre los rápidos, ya que es considerado clase III, es decir, de riesgo moderado. Si tienes suerte la ribera te dejará apreciar las formaciones de piedras y cuevas debajo del agua.
Muy cerca está el Puente de Dios con una caverna de agua azul turquesa, que tiene un efecto de luz inigualable gracias a que los rayos del sol penetran por una grieta. Lo que permite que se aprecien las estalactitas y estalagmitas en la cueva. Cuenta con una cascada de 25 metros y dos pozas de agua cristalina para que nades en ellas.
Acelera el paso para continuar con el recorrido y llegar justo al atardecer a San Isidro Tampaxa, al Sótano de las Huahuas que mide 478 metros de profundidad, en donde en aproximadamente una hora, podrás observar el fascinante espectáculo de miles de cotorros que regresan a dormir.
Un paseo formidable es el que debes realizar para dirigirte remando a la Cascada de Tamul, valdrá la pena hacerlo durante los 90 minutos que te tomará, te lo aseguramos. La vista desde su mirador natural, que es una roca en medio del río te quitará el aliento. El río Gallinas se une al río Tampaón para formar la caída de 105 metros de altura y 300 de anchura, idea para practicar rapel.
No cabe duda que si eres amante de la naturaleza, la aventura y la adrenalina, no podrás elegir mejor destino.
