Clínica en Indonesia ofrece eliminar tatuajes a musulmanes
TANGERANG, Indonesia (AP) — Taufiq Hidayat espera acercarse más a Dios con cada golpe que da el láser contra el detallado dragón rojo, verde y negro que tiene tatuado en su brazo.
El hombre de 30 años cuenta que se tatuó la espalda, un brazo y una pierna para verse a la moda en los días en que “era un pandillero, un maleante en el mercado”.
Hoy, Hidayat tiene una dedicación celosa al islam, incluyendo la convicción de que los musulmanes no deben alterar el cuerpo dado por Dios. Se sintió tan desesperado por sacarse los tatuajes que una vez se echó sosa cáustica, que le dejó marcas en el brazo.
Aunque los tatuajes han perdido su estigma en las sociedades occidentales, donde se han vuelto mucho más comunes, en algunas culturas en Asia siguen siendo asociados con pandillas y criminalidad. Y en países de mayoría musulmana, como Indonesia, están las prohibiciones religiosas.
El borrado con láser, que requiere varias sesiones y pudiera no ser completamente exitoso pero es más seguro que otros métodos, era impensable para Hidayat porque cuesta miles de dólares si los tatuajes son muy grandes.
Servicio gratuito
Hidayat encontró una clínica al oeste de la capital Yakarta que ofrece el proceso láser gratis, con una condición: durante el tratamiento, los pacientes deben leer y aprenderse el Surah Ar-Rahman, el capítulo 55to del Corán sobre los regalos de Dios al hombre.
Mientras una empleada de la clínica apuntaba con el láser a la piel de Hidayat, éste miraba atentamente la pantalla de su celular, recitando algunos de los versículos coránicos.
«Ahora tengo una esposa y una hija. A veces ella compra golosinas que vienen con pegatinas de tatuajes y se las aplica a la piel. Yo le dijo que no lo haga, que no es bueno para ella. Y ella me responde: ‘Pero tú tienes muchos tatuajes Yo quiero ser como papá’. Y en ese momento me siento triste”, dijo Hidayat, con lágrimas en los ojos.
Hay lista de espera
Él es una de las más de mil personas que han solicitado el tratamiento de láser en la clínica, dicen los organizadores del programa. Unas 200 personas ya lo han finalizado o siguen en el proceso y las demás están en una lista de espera.
La idea de la clínica surgió de una conversación entre el activista comunitario Ahmad Zaki y Rizki Sari, un médico que era amigo suyo de la escuela. Zaki dice que él y otros activistas recaudaron 8.000 dólares en donaciones para comprar dos máquinas láser.
Por ACHMAD IBRAHIM, Associated Press
Niniek Karmini The Associated Press