Viajar ayuda a tu salud mental
Experimentar en un viaje nos lleva a explorar nuevos climas y culturas, sumergirnos en ellos y estimular nuestra mente.
La fiebre por los viajes ha ido en aumento en las últimas décadas. La televisión, el cine el internet y las redes sociales, nos han abierto una ventana a otras partes del mundo, lugares únicos que llaman nuestra atención. También ha influido en este auge por viajar el hecho de que los precios hayan ido bajando, permitiendo a más gente moverse alrededor del mundo.
Beneficios psicológicos para los viajeros
Existe una extensa literatura científica en torno a los beneficios psicológicos y emocionales del buen hábito de viajar. Claro está que algunos de estos beneficios pueden ser bastante intuitivos, pero nunca viene mal que la ciencia investigue y descubra los pormenores que causan los viajes en nuestra psique.
Sin ir más lejos, un estudio que fue publicado en el Journal of Positive Psychology descubrió que el sentimiento de felicidad se encuentra en el registro de recuerdos y experiencias relevantes para nosotros, y cuya máxima expresión son los viajes.
Otras investigaciones señalan una clara correlación entre ser viajero y la longevidad. Aunque esto podría deberse a un factor socioeconómico (y por tanto sería una correlación espuria), también parece haberse detectado algo así como un gen viajero.
Todo tipo de viaje es positivo
El hecho de viajar a distintos lugares del planeta no es por sí mismo un factor que explique una mayor longevidad, pero sí parecen claros los beneficios psicológicos que nos reportan las experiencias adquiridas durante los viajes. Estos sí pueden mejorar nuestra calidad de vida y, en última instancia, alargar nuestros días.
Cuando los investigadores hablan sobre viajes, lo tienen muy claro: todo tipo de viaje es positivo para la salud psicológica de quien lo realiza. Desde los destinos próximos hasta los viajes a lugares recónditos y exóticos, todos los viajes pueden ser una gran fuente de bienestar emocional. No es necesario ni irse muy lejos, ni gastar mucho dinero, ni practicar alguna actividad en concreto: todos los viajes “suman”.
Algunos beneficios psicológicos para viajar
El estrés es la pandemia del siglo XIX en el mundo. Las exigencias laborales, las prisas y el ritmo de vida frenético nos causan un malestar latente que, tarde o temprano, se manifiesta a través de cuadros de estrés.
Por eso, cuando emprendemos un viaje, desconectamos de todas estas angustias diarias y nos enfocamos a vivir el presente, relajándonos en la piscina, visitando playas paradisíacas, conmoviéndonos con la belleza de los paisajes. Nos centramos en el momento y no estamos pendientes de ninguna reunión ni de cumplir con las rutinas laborales.
Potencia tu capacidad para resolver problemas
A lo largo de un viaje, nos obligamos a salir de nuestra zona de confort y debemos afrontar ciertas situaciones y contextos que requieren de una mayor implicación. Vivirás ciertas experiencias en que deberás tomar decisiones y resolver problemas.
Aumenta tus habilidades comunicativas y sociales
Si siempre has querido conocer gente nueva y hacer amistades, debes tener en cuenta que viajar te brinda la mejor oportunidad para que conectes con otras personas. No te preocupes si durante los primeros días te cuesta un poco dirigirte a personas que te encuentres en el camino.
Abre tu mente
Viajar es la mejor solución para deshacerse de estereotipos y prejuicios. De hecho, se suele oír eso de “viajar es la mejor cura contra el racismo”. Los prejuicios nos hacen sentir recelo ante personas por motivos irracionales, y nos alejan de la posibilidad de conectar con gente nueva.
Cuando estamos de expedición a una nueva cultura, nos daremos cuenta de que algunos de estos pensamientos no estaban fundados.
Te hace más feliz
Las experiencias que vivimos durante los viajes nos hacen segregar distintas hormonas de la felicidad, como por ejemplo las endorfinas. Cuando estamos fuera de casa olvidamos las preocupaciones y obligaciones laborales y familiares. Durante un viaje realizamos actividades que nos gustan y que promueven que nos relacionemos con otras personas. Todo esto juega a favor de nuestro bienestar psicológico.
Te aleja del miedo y de las inseguridades
El miedo es una sensación que nos paraliza. Y, como afirman muchos expertos, la mejor forma de superar los miedos es enfrentándose a ellos. Una vez tomamos consciencia de que los miedos solo están en nuestra cabeza, poco a poco vamos relativizándolos y desterrándolos.
Pasar tiempo fuera de casa puede ampliar tu forma de ver las cosas y la vida en general. Puede que se modifiquen tus prioridades, que en adelante le des menos importancia a las cosas materiales y valores más otras cosas que antes no valorabas.
Favorece que seas más empático
Cambiar de contexto y sumergirse en una nueva ciudad y en una cultura hasta ahora desconocida te ofrece la posibilidad de relativizar tus problemas cotidianos y ponerte en la piel de otras personas que, tal vez, tengan una vida mucho más complicada que la tuya.
Aprendes constantemente
Vivir experiencias únicas en entornos distintos a los que estamos acostumbrados nos proporciona aprendizajes y conocimientos que nos mejoran como personas. Nos da otra visión sobre las cosas, sobre las relaciones, sobre la religión, sobre la forma en que las distintas culturas afrontar la vida. El hábito de viajar nos proporciona las herramientas para que podamos cuestionarnos nuestro día a día, y nuestros valores más arraigados. Conocer cosas nuevas nos potencia habilidades y capacidades que teníamos latentes, y desarrolla nuestro espíritu crítico.
Viajar y conocer nuevos países y culturas amplía nuestra visión sobre la sociedad. Nos vuelve más respetuosos y flexibles, puesto que aprendemos a valorar las necesidades y esquemas de pensamiento de las personas que conocemos.
SNPSMX/SALU/MDO