Papa censura a quienes instigan temor hacia los migrantes
La postura del Papa Francisco fue difundida en ocho idiomas por el Vaticano en antelación la Jornada Mundial de la Paz que la Iglesia Católica observa cada año el 1 de enero.
El papa Francisco censuró el viernes a quienes instigan el temor hacia los migrantes con propósitos políticos, describió esta situación como preocupante y exhortó al mundo a que vea la migración global como una oportunidad para la paz y no como una amenaza.
Sin señalar por su nombre a nación alguna, Francisco dijo que “en muchos países de destino se ha difundido ampliamente una retórica que enfatiza los riesgos para las seguridad nacional o el coste de la acogida de los que llegan”.
“En lugar de construir paz siembran violencia”
“Los que fomentan el miedo hacia los migrantes, en ocasiones con fines políticos, en lugar de construir la paz siembran violencia, discriminación racial y xenofobia, que son fuente de gran preocupación para todos aquellos que se toman en serio la protección de cada ser humano”, agregó.
Las políticas antiinmigrantes han ganado popularidad en muchos lugares en Europa, incluso en Italia, donde se encuentra el Vaticano, y donde partidos populistas y de derecha pretenden conseguir avances en las elecciones nacionales del año entrante.
Francisco subrayó que “todos los datos de que dispone la comunidad internacional indican que las migraciones globales seguirán marcando nuestro futuro”.
“Algunos las consideran una amenaza. Os invito, al contrario, a contemplarlas con una mirada llena de confianza, como una oportunidad para construir un futuro de paz”, apuntó.
Apoyar a la familia humana
Francisco dijo que “los responsables del bien público” deben impulsar una “política de acogida” que tenga en cuenta las exigencias de los miembros de la familia humana y “del bien de cada uno de ellos”.
Francisco definió “acoger” como “ampliar las posibilidades de entrada legal, no expulsar a los desplazados y a los inmigrantes a lugares donde les espera la persecución y la violencia”.
Las posturas del gobierno italiano y la Unión Europea han suscitado críticas de los defensores de los derechos humanos. Aunque Occidente condena rotundamente el tráfico humano, en el que cientos de miles de migrantes y buscadores de asilo han intentado llegar a Italia en los últimos años, contener el contrabando de personas podría significar que éstas queden desamparadas en condiciones crueles en instalaciones de detención en Libia.
“Deseo de todo corazón” que en 2018, Naciones Unidas defina y apruebe “dos pactos mundiales: uno, para una migración segura, ordenada y regulada, y otro, sobre refugiados”, dijo el papa.
También dejó entrever que los países menos ricos podrían aceptar más refugiados si la comunidad internacional les provee de los recursos necesarios.
Después de que Francisco subrayara que hay 250 millones de migrantes en el mundo, de los que 22,5 millones son refugiados, señaló que los diversos gobernantes “tienen una responsabilidad concreta con respecto a sus comunidades, a la que deben garantizar los derechos que les corresponden en justicia y un desarrollo armónico”. Sin embargo, señaló, es necesario que los gobernantes sepan “acoger, proteger e integrar” a los migrantes en sus sociedades.
Por FRANCES D’EMILIO, Associated Press
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