Genes del trigo se activan como respuesta a sequías
En un primer estudio, los expertos comprobaron en el mapa genético del trigo la arquitectura genómica especial del trigo harinero.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España, reportó la descripción de los genes del trigo harinero que se activan o reprimen como respuesta a la sequía en el campo de cultivo.
El equipo internacional de científicos también identificó variaciones genéticas favorables para mejorar la calidad del grano, con lo que se abre un nuevo enfoque científico para obtener nuevas variedades y hacerlos más resistentes a cambios agroclimáticos.
La integración de la genómica con la agronomía, fisiología y la teledetección, permitió identificar los genes que se expresan “in situ” en el campo, mientras que monitorear las condiciones atmosféricas, del suelo y de la planta a través de sensores da lugar a análisis de esas situaciones y avanzar en el futuro.
Respuesta genética y condiciones ambientales
Pilar Hernández, del Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba, detalló que “hemos comprobado en este mapa cómo se ponen en marcha de manera coordinada determinados conjuntos (redes) de genes en respuesta a la sequía».
Mientras que Pablo J. Zarco-Tejada, vinculado al CSIC, profesor de la Universidad de Melbourne, Australia, y responsable de las metodologías de teledetección utilizadas en el estudio, explicó que el desarrollo de indicadores relacionados con cambios fisiológicos permite monitorizar las interacciones entre respuesta genética y condiciones ambientales.
Los sensores hiperespectrales utilizados, precisó en un comunicado de dicho Consejo, permiten cuantificar la emisión de fluorescencia clorofílica de cada parcela experimental, indicador relacionado con la fotosíntesis, así como la caracterización de xantofilas, pigmentos fotosintéticos clave por su conexión con la eficiencia fotosintética en situaciones de estrés.
Respuesta del cultivo frente al estrés hídrico
Otra de las investigadoras participantes es Victoria González Dugo, del Instituto de Agricultura Sostenible, quien agregó que las medidas fisiológicas realizadas durante los episodios de sequía, permiten caracterizar la respuesta del cultivo frente al estrés hídrico y evaluar su adaptación, lo que se relaciona con la activación de redes específicas de genes.
En un segundo trabajo, los expertos identificaron variaciones en el germoplasma de trigo y la integración de estas tecnologías permitió determinar genes asociados a la calidad semolera del trigo e identificar cuáles de ellos se expresan de manera diferencial ante el estrés hídrico en el campo de cultivo.
NTX/MSG/CYMA