Fobias increíbles. ¿Te identificas con alguna?
Las fobias son trastornos psicológicos que tienen una alta incidencia en la población a nivel mundial. Se dice que aproximadamente, una de cada veinte personas padece una fobia, pero en qué consiste este trastorno. El manual de diagnóstico de los trastornos mentales, lo define como como un temor persistente que es excesivo o irracional, desencadenado por la presencia o acercamiento de un objeto o situación específicos.
La aparición de las fobias no siempre es clara, aunque según los expertos, la mayoría de ellas tienen su origen en la infancia y persisten en la edad adulta a veces incrementándose, aun cuando el paciente es consciente de que sus temores son irracionales.
Algunos especialistas dicen que en este trastorno existen ciertos componentes genéticos, es decir, si el padre o la madre tienen fobias, pueden ser heredadas a los hijos. Hay tratamientos indicados para ayudar a quienes las padecen que van desde el psicoanálisis hasta tratamiento por aproximación gradual, incluso una amplia gama de medicamentos para controlar la ansiedad.
Existen fobias más comunes que otras como el miedo a las alturas, a las arañas o a las ratas. Pero esta vez hablaremos de fobias poco comunes o por lo menos de las que menos se habla.
Barofobia
La Barofobia, o miedo a la gravedad, puede manifestarse de diferentes maneras. Un individuo aquejado de esta fobia paralizante tiene miedo de que la atracción gravitatoria le aplaste o alternativamente, que la gravedad deje de existir y empiece a flotar, alejándose de la faz de la Tierra. Este temor resulta exacerbado al subirse a ascensores o a escaleras mecánicas.
Geliofobia
La Geliofobia es el miedo a la risa y puede ser experimentado al oír reír a los demás, o incluso por la propia risa. Al igual que con muchas fobias, los síntomas varían en intensidad, van desde la falta de aire o respiración rápida hasta la ansiedad extrema, náuseas y temblores incontrolables.
Caliginefobia
La Caliginefobia, es el miedo a las mujeres hermosas. Puede causar ataques de pánico y apartar a los fóbicos de sus seres queridos y de sus compañeras de trabajo. No hay que confundirla con simple timidez (si bien puede estar relacionada con la misma) ni mucho menos con ginefobia (miedo a las mujeres en general) ni misoginia (desprecio a las mujeres).
Existe otra fobia que puede ser una de las más crueles y es la filofobia, el miedo de enamorarse. Puede empezar por obsesionarse con una relación rota y terminar culminando en el temor de experimentar esa angustia de nuevo. La mayoría de personas son capaces de recuperarse con el tiempo tras un desengaño amoroso, pero los filófobos empiezan a evitar las potenciales parejas y dependiendo de la situación, puede derivar en un escenario donde se evite todo contacto humano.
Papafobia
Consiste en un miedo irracional hacia el Papa o el papado en general. Esta condición es a menudo vinculada con la hierofobia, el temor a los sacerdotes y a lo sagrado e incluso a la eclesiofobia, el miedo a las iglesias o a la religión organizada.
Xerofobia
La xerofobia consiste en un persistente miedo a la sequedad.
Los afectados evitan los climas secos y áridos, utilizan cremas hidratantes en exceso y beben mucho líquido. Incluso reaccionan mal cuando tienen ante sí a personas que parezcan tener la piel seca, los labios o el cabello.
Panofobia
Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a todo. Las personas que padecen de esta anormalidad psicológica experimentan miedo a todo, pero más precisamente temen morbosamente al miedo mismo. Se trata de una condición médica conocida como “miedo no específico” o “el miedo a todo” y se describe como “una vaga y persistente amenaza de algún mal desconocido”. La panofobia, también llamada omnifobia, polifobia o panfobia, con frecuencia se encuentra como una condición secundaria de la esquizofrenia. Por fortuna, en la actualidad existen varias maneras de tratar una fobia.