El 21 de junio inicia el solsticio de verano
Además de ser el día más largo, a las 05:07 horas inicia el solsticio de verano, en el que el astro igual llegará a su punto más cerca al cenit, llegará a su punto más alto de su elevación sobre el horizonte.
El próximo 21 de junio será el día más largo del año, pues la luz del Sol durará unas 13 horas con 25 minutos y además llega acompañado del solsticio de verano, lo que lo hace una fecha importante en el calendario astronómico del 2018.
El reconocido astrónomo yucateco, Eddie Salazar Gambo, explicó en entrevista que se trata del día con mayor insolación o exposición solar de todo el año y en el cual el Sol llegará a su punto más cercano al norte del llamado “Ecuador celeste”.
Este día también podrán observarse fenómenos arqueoastronómicos en las antiguas ciudades precolombinas de esta entidad, en especial en Chichén Itzá, en donde la posición del Sol hace que dos lados de “El Castillo”, el edificio más importante de esa urbe maya, queden iluminados y otros dos completamente en sombra.
Un espectáculo digno de admirarse
“Este día 21 cuando el sol esté en su punto más cercano al norte, la luz bisecta perfectamente en un lado iluminado y otro oscuro ese antiguo edificio, lo que sin duda es un espectáculo digno de admirarse”, expuso el también catedrático del Instituto Tecnológico de Mérida.
Además, continuó, llega un momento en que el Sol se pone justo a la altura de las alfardas norte y este de esa gran pirámide, lo cual también es un momento que tiene su espectacularidad.
Recordó que en el año 2007, se hizo un intento por parte de las autoridades federales y estatales para difundir y promocionar ese fenómeno, y atraer visitantes a esa zona arqueológica con motivo del solsticio de verano, sin embargo ya no se le dio mayor seguimiento, por lo que para el entrevistado sería bueno retomar ese proyecto.
El equinoccio de primavera sí fue determinante
“Una de las teorías es que si bien el solsticio de verano no tenía un función vital como organizar los ciclos de cosecha en los antiguos pobladores de Chichén Itzá y otras ciudades prehispánicas, como lo tiene el equinoccio de primavera, si fue determinante para los arquitectos que edificaban los grandes edificios”, indicó.
“Sin duda este solsticio tiene mucho que ver con la forma es que los mayas aprendieron a alinear los edificios de sus grandes zonas metropolitanas con respecto a su posición al sol”, subrayó Salazar Gamboa.
NTX/TAM/AEG/ASTRO16/