Cerezas, poder de vida y antioxidante
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año podrían salvarse 1,7 millones de vidas si se aumentara lo suficiente el consumo de frutas y verduras, específicamente las cerezas por sus enormes atributos.
“Las frutas y las verduras son componentes esenciales de una dieta saludable y un consumo diario suficiente podría contribuir a la prevención de enfermedades importantes, como las cardiovasculares y algunos cánceres”, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta entidad estima que cada año podrían salvarse 1,7 millones de vidas si se aumentara lo suficiente el consumo de frutas y verduras.
“Las verduras, hortalizas y frutas son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra de nuestra dieta y nos aportan, al mismo tiempo, una gran cantidad de agua. Es muy importante consumir cinco raciones de fruta y verdura a diario. Gracias a su contenido elevado en antioxidantes y fibra, pueden contribuir a prevenir, entre otras, algunas enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer”, indica, asimismo, la Fundación Dieta Mediterránea (https://dietamediterranea.com).
En este sentido, destaca que la fruta fresca tendría que ser el postre habitual, mientras que los dulces y pasteles sólo deberían consumirse de manera ocasional.
“Las frutas y verduras son alimentos muy nutritivos que aportan color y sabor a nuestra alimentación diaria y constituyen también una buena alternativa a media mañana y como merienda”, apunta.
Las cerezas aportan ácido fólico, potasio, magnesio, hierro y fibra, que ayuda a regular el tránsito intestinal
“Las cerezas son una fuente natural de fibra y ácido fólico. Al igual que el resto de frutas y hortalizas, son ricas en agua (81,2%) y apenas tienen grasas ni sal. Su aporte energético (48 Kcal por cada 100 gramos) deriva principalmente de los azúcares que contienen de forma natural. Entre las sustancias bioactivas más destacadas se encuentran las antocianinas, presentes principalmente en la pulpa”, explica Manuel Moñino, presidente del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Baleares y presidente del Comité Científico de “5 al día”, una asociación sin ánimo de lucro dirigida a fomentar el consumo diario de frutas y hortalizas frescas.
Influye de manera muy beneficiosa en la flora intestinal evitando que se asienten otras bacterias
“La fibra es clave para el sistema digestivo pues regula el tránsito intestinal, modula la absorción de nutrientes, aporta energía a las células del intestino y produce sustancias que podrían tener un papel relevante en la regulación de los lípidos en la sangre. Además, influye de manera muy beneficiosa en la flora intestinal evitando que se asienten otras bacterias”, detalla Moñino, también investigador del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.
“Por su parte, el ácido fólico es esencial durante el embarazo. Además, tiene su papel en el mantenimiento de una función psicológica normal, contribuye al normal funcionamiento del sistema inmunitario y ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga”, apunta el especialista.
El proceso de oxidación es una de las causas de enfermedades crónicas
En una persona joven y sana, los radicales libres son rápidamente eliminados del interior de la célula por antioxidantes naturales, pero en enfermos o en ancianos esta eliminación es deficitaria, lo que conlleva la aparición de enfermedades crónicas y, al mismo tiempo, la aceleración del envejecimiento.
El nutricionista subraya que el consumo de al menos cinco raciones entre frutas y hortalizas, es decir, unos 600 gramos al día, se ha asociado a un menor riesgo de padecer tanto enfermedades crónicas como sus factores de riesgo, por ejemplo, la hipertensión.
Recomienda tomar al menos cinco raciones entre frutas y hortalizas variadas de temporada
“Un puñado de cerezas, esto es, entre unas 15 y 18 unidades, es una ración”, precisa. Moñino comenta también que, en temporada de cerezas, “podemos aprovechar para tomar más de una ración al día, pero lo ideal es variar las tres raciones mínimas de frutas”.
Existe la creencia de que las cerezas no son adecuadas para las personas con diabetes o para quienes quieren perder peso por ser supuestamente demasiado calóricas. Sin embargo, Moñino subraya: “100 gramos de cerezas aportan 48 Kcal y este aporte energético procede, sobre todo, de los azúcares que contienen de forma natural”.
EFE/REPORTAJES/Purificación León.