16 puntos para lograr finanzas personales sanas, según Itzel Gutiérrez.
En libros, pláticas o conferencias frecuentemente escuchamos “ahorra al menos el 10% de tus ingresos para contar con recursos para tu vejez”, efectivamente el 10% es un buen número (y es mucho mejor que no ahorrar nada), sin embargo, en la realidad separar el 10% del ingreso para destinarlo al ahorro no será suficiente.
Esto te ayudará a entender tu patrón de gastos, detectar que compras realizas por impulso y dónde están tus gastos inútiles, por ejemplo, la ropa deportiva que te compraste y ni siquiera te gusta hacer ejercicio.
Si, aprender sobre distintos tipos de instrumentos de inversión, te ayudará a colocar de forma correcta tus ahorros y podrás ubicar tu perfil de inversionista, evitando caer en las garras de las APPs, estas te prometen ganancias estratosféricas, no sabes quién está detrás de ellas y no tienes certeza de si tu dinero regresará.
Cuando separas una parte de tu ingreso para utilizarlo más tarde se le conoce como ahorro y probablemente conozcas algunas opciones básicas de ahorro como la tanda o el reto del garrafón de agua y las monedas de $10.00 pesos.
Que bueno que ahorres, ahora colócalo en instrumentos de inversión que lo hagan crecer, asegúrate que la tasa de rendimiento real que te pague sea positiva, después de descontar comisiones, impuestos e inflación.
Cuando dejas de creer que el gobierno o tus hijos te van a mantener de viejo y tomas el control de tu destino financiero, entonces utilizas los distintos artículos que la ley del impuesto sobre la renta te brinda para ayudarte a generarte un mejor mañana (LISR 93, 151 Fracción V, 185) y en los instrumentos adecuados conforme a tu perfil de inversionista.
Sí, quizá pareciera un punto obvio, pero para muchas personas no lo es, ya que de pronto se descubren endeudadas con sus tarjetas de crédito, volviéndose esta deuda una bola de nieve que crece día a día por los intereses. Para entender y controlar tu gasto puedes hacerlo utilizando una herramienta básica e infalible llamada presupuesto mensual.
La TDC es un excelente instrumento para no cargar dinero en efectivo y te generan puntos que después se pueden cambiar por premios o dinero. Rehúsate a caer en la tentación de los meses “sin intereses”. Conviértete en el peor cliente de tu banco, al ser “totalero”, previniendo regalar tu dinero al banco en forma de intereses y así conseguir un financiamiento de hasta 45 días.
Una vez escuche “Ten pocas cosas, pero de la mejor tienda del pueblo”, comprar calidad te ayudara a que no tengas que comprar dos veces. Toma en cuenta que calidad, no significa comprar lo más caro, asegúrate de que te den garantía en los artículos que compras. Evita comprar artículos excesivamente caros que utilizarás una sola vez. Algunos servicios los puedes pagar por adelantado obteniendo descuentos muy grandes por ejemplo servicios funerarios.
No seas fiador o dejes escrituras de un bien inmueble tuyo en garantía de las deudas de otro. Así previenes perder el bien y perder al amigo o pariente que no pago su deuda.
Si lo haces, entonces que sea solo por el monto que estas dispuesto a dar como perdido de antemano. Así solo pierdes el dinero y no al amigo.
Contrata un seguro con un deducible que te permita pagarlo y te proteja en caso de una enfermedad catastrófica. Si eres empleado y tu compañía te brinda como prestación un seguro de GMM, busca contratar uno en exceso para acumular la antigüedad y evitar a futuro exclusiones por preexistencias.
Revisa que sea con una aseguradora y no con el banco.
Y en cuanto puedas contrata un plan de retiro deducible de impuestos con protección contra incapacidad total y permanente.
No construyas o realices mejoras en donde rentas o en el terreno que te prestaron para vivir.
Por ejemplo, un crédito automotriz donde el automóvil cada día vale menos y tu deuda crece por los intereses. Si es para una hipoteca (deuda constructiva), asegúrate de contar con el 60% de valor del bien y también del dinero para los tramites del notario e impuestos.
Como cigarros, papas, refresco, café, compras de impulso o compulsivas. Mejor invierte en el psicólogo y arregla los temas que tengas que arreglar para no hacer compras por tristeza o depresión.
Así en caso de que pierdas tu empleo o tu negocio sufra una caída en ventas, tú continuarás recibiendo ingresos. Es muy importante que adicional a tus fuentes activas a las que dedicas tu tiempo y talento, tengas fuentes pasivas como inversiones, regalías por patentes o por un libro publicado.