10 tips para cuidar tus finanzas a la hora de viajar, por Israel Silva.
Lo primero que debes hacer si tienes en mente viajar es planificar todos los detalles, por lo que te recomendamos que empieces a hacerlo, al menos, dos meses antes, si se trata de unas vacaciones cortas. Además de poder organizar tu presupuesto, planear el viaje te permitirá conocer todo lo relacionado a tu destino.
Para hacer esto, es importante que sepas qué destino visitarás, lo que te dará una idea de la cantidad de dinero que gastarías. Entre los gastos debes incluir precios del boleto aéreo, hospedaje, alimentación, transporte diario, entradas a los lugares que desees visitar y, lo más importante, un fondo para imprevistos.
Lo primero que debes considerar es si puedes ahorrarte este gasto, en caso de que en el país de destino tengas algún amigo o familiar que te abra las puertas de su casa. Sí, si tienes la confianza, no dudes en hacerlo, regularmente el hospedaje se lleva la mayor parte del presupuesto. En caso de que tengas que alquilar un espacio, consulta y compara las opciones de hospedaje a través de plataformas como Expedia, Booking, Trivago, y por supuesto, Airbnb. Utilizando esta última aplicación, es posible que puedas ahorrar en caso de que viajes con toda la familia, puesto que no se paga por personas, sino por la propiedad. Además, te permitirá hacer compras de supermercado, en caso de que quieras evitar los restaurantes.
La mayoría de las aerolíneas solo permiten sin costo el equipaje de mano, y cobran por cada una de las maletas que tires por la correa. En tal sentido, trata de no viajar con pertenencias que creas no vas a necesitar. No olvides verificar con la aerolínea los artículos no permitidos en el equipaje de mano, y tratar de viajar con al menos una ropa interior para cada día, por si no tienes la oportunidad de lavar tu ropa.
No viajes pensando en que cuando llegues a tu destino averiguarás qué puedes hacer. Aparte de que esa conducta puede alterar los costos de tu viaje, perderás tiempo y tal vez se pasará la fecha de alguna actividad en la que te hubiera gustado participar. A través de Google y aplicaciones tienes la facilidad descubrir las principales actividades que puedes desarrollar en el lugar que te dispones a visitar.
Generalmente, que adquieras el boleto aéreo cerca de la fecha de tu viaje, puede implicar un costo mayor. Es por eso que, te recomendamos buscar con tiempo diferentes opciones y no decidirte por el primer precio que veas, siempre y cuando no se trate de una oferta irresistible. Algo que puede significar un ahorro es comprar el pasaje a través de una aplicación y no directamente en la web de la aerolínea, esto te permitirá combinar compañías aéreas, horarios y rutas.
Siempre investiga cómo funciona el transporte público en tu lugar de destino. En caso de que sea eficiente, como lo es en Nueva York, Madrid, Toronto, Pekín y otras tantas ciudades, alquilar un carro pudiera considerarse como gasto, más que una necesidad. Si es imprescindible que tengas que alquilar un carro, consulta y compara opciones. Si no conoces la localidad, no olvides que necesitarás un GPS. Los rent a car te alquilan sistema de geolocalización, que se paga por día, lo que necesitarás en caso de que no cuentes con internet fijo en tu móvil, donde también puedes ver el mapa. Toma en cuenta los autobuses y trenes para trasladarte de una ciudad a otra, siempre y cuando resulte menos traumático y costoso que hacerlo por avión, medio de transporte que, en muchos casos, resulta una mejor opción en términos económicos y comodidad.
El principal objetivo de viajar a un lugar desconocido es descubrir. Considera las compañías que realizan tours para recorrer las atracciones. Además de que no tendrás que estresarte porque tal vez no manejas al dedillo el GPS, puede resultarte mejor porque generalmente se incluye un guía y entradas. Ojo, esto no quiere decir que siempre una compañía de tours sea la mejor opción para cuidar tu tiempo y tu bolsillo.
En tu equipaje no pueden faltar los medicamentos de venta libre como analgésicos, antigripales, antinflamatorios, alergias, malestar estomacal, náuseas y vómitos, resaca, así como cremas para erupciones cutáneas. Ten pendiente que en muchos países no venden sin receta fármacos para males menores. En caso de tener un tratamiento médico vigente, no olvides llegar contigo tus medicamentos. Saltarlos puede degenerar en una crisis que conlleve visitar un centro médico, lo que significa pasar por un mal momento, además de los gastos.
Por último, y no menos importante, te recomendamos contratar en tu país un seguro médico para fines de viaje, servicio que no es tan costo adquirir, pero que puede significar mucho en caso de sufras alguna emergencia en un país donde tu seguro médico no funcione. Aunque no debemos vivir esperando que algo malo pasará, lo mejor es estar preparado para enfrentar cualquier situación de salud.
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