Pasos para la independencia financiera de toda mujer según Itzeel Gutiérrez
Gasta de manera inteligente, ahorra e invierte ese capital
Se dice que las mujeres son las reinas para hacer rendir el presupuesto familiar: saben cómo tener la despensa completa con poco presupuesto. Sin embargo, la independencia financiera no se logra solamente con la economía doméstica. La inversión y el ahorro también cuentan.
- Los básicos. Ya sea que tengas ingresos propios, recibas un monto mensual de tu pareja, o seas la responsable de todo el presupuesto familiar, debes seguir las cuatro reglas de una economía sana: fijar objetivos financieros, gastar con base en un presupuesto, ahorrar e invertir. Si vives en pareja es importante que ambos estén incluidos en las finanzas familiares; el dinero es de todos y para el bien común.
- Presupuesto manda. Lo peor que te puede pasar es que llegue el momento de darle servicio al coche, la reinscripción de los niños, las vacaciones planeadas y que no haya dinero para cubrir estos gastos previsibles. Por eso, los expertos en finanzas personales empiezan cuestionando a sus clientes sobre su manejo de presupuesto. ¿Tienes esta cultura? ¿Sabes cuánto ganas y en qué gastas cada peso?
- Sí, el cafecito diario, la propinas y hasta la botella de agua suman.
- Si no sabes por dónde empezar, sigue el ejercicio de poner en papel todos tus gastos diarios por durante una semana. ¡Te sorprenderás!
- Decisiones acertadas. Lo que compras hoy determinará tu futuro financiero. Tener la última bolsa de diseñador puede sonar tentador, pero ¿qué tanto te aleja de la maestría que planeas, de la casa que quieres comprar o del retiro que sueñas?
- Ten claras tus metas financieras y cada decisión de compra que realices que sea con esto en mente.
- Seguridad. ¿Qué tan preparada estás para afrontar eventualidades? Estamos hablando de situaciones médicas, accidentes, robos de auto o casa, o peor aún, siniestros mayores como un sismo que afecte tu patrimonio. Es cierto, un ahorro propio puede sacarte de la emergencia, pero ante circunstancias mayores no hay nada mejor que un seguro. Invertir en estos productos te dará la certeza de que tu salud y tus bienes están respaldados.
- Ahorro. Hay tres fines primordiales para el ahorro: Tener reservas para algún imprevisto, alcanzar una meta personal como una maestría o el enganche de tu casa, y el ahorro para el retiro. Cualquiera que sea la razón que te motiva a este buen hábito, haz un plan de ahorro con plazos y montos específicos que respondan a esos objetivos. Recuerda, ahorrar no es guardar la morralla que te sobra al final del día.
- Invierte. No tienes que ser una doctora en economía para poner a trabajar tus ahorros. En el mercado hay productos financieros accesibles, como el plazo fijo, con bajo riesgo, para que tu dinero dé frutos. Esos rendimientos se acumularán para contribuir al éxito en tus metas financieras, tales como comprar una casa, e incluso apostar por un retiro seguro.
Tener la cartera sana y tus prioridades financieras claras te da la oportunidad de tomar mejores decisiones, anticiparte a los hechos y vivir sin deudas impagables.