Las necesidades de uno de los motores más importantes de la economía: PYMES
Alrededor de 2 millones de pequeñas y medianas empresas tuvieron que suspender temporal o definitivamente sus operaciones en México durante 2020 a causa de la pandemia, con la consecuente pérdida de empleos y afectaciones, en general, a la economía nacional.
En el mejor de los casos, cientos de PyMES bajaron sus ventas en más de 50 por ciento y solo en la Ciudad de México, se perdieron el 30 por ciento de empleos formales, de acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño, CANACOPE.
Las sociedades financieras de objeto múltiple, SOFOMES, han contribuido al rescate de pequeñas y medianas empresas, ya que 6 de cada 10 de ellas reciben su primer crédito a través de estas instituciones crediticias, según cifras de la asociación que las aglutina, ASOFOM.
Por su parte, el Consejo de la Asociación de Emprendedores de México, ASEM, asegura que las pequeñas y medianas empresas representan el 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y generan 7 de cada 10 empleos formales.
A pesar de la evidente necesidad de recursos, en junio pasado la Asociación de Bancos de México reportó una disminución del 5 por ciento en los créditos otorgados a las PyMES, mientras que BBVA Research declaró que la morosidad de estas empresas registra un aumento sostenido desde 2016.
En este contexto, se ha vuelto indispensable contar con programas que valoren la importancia que tienen las pequeñas y medianas empresas y generen alternativas de financiamiento para aquellas que, a pesar de la adversidad, hagan los necesario para continuar activas.
Contrastando todas las cifras de las instituciones involucradas, es evidente la tendencia de los pequeños empresarios a buscar opciones distintas a la oferta bancaria, de ahí que han volteado a ver a las ya mencionadas SOFOMES y, en algunos casos, startups que ofrecen financiamiento.
A decir de las PyMES, la banca tradicional ha mostrado poco interés en financiarlas, además de que son muchos los requisitos para ser sujetas a cualquier tipo de crédito.
Todos estos elementos han sido determinantes para que algunas SOFOMES diseñen esquemas mucho más amigables para las empresas, con tasas de interés más bajas y plazos más largos para cubrir el monto de financiamiento.
Un claro ejemplo de estos nuevos productos financieros es el caso de ION, SOFOM regulada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que recientemente lanzó un programa de apoyo a PYMES con la intención de reactivar la economía, severamente dañada por los factores que todos conocemos.
ION ha creado un nuevo producto de crédito de largo plazo para el financiamiento de pequeñas y medianas empresas, alineado a su política de ofrecer flexibilidad a los solicitantes, quienes con solo una garantía hipotecaria podrían ser sujetos de este crédito que va de los 300 mil hasta los 30 millones de pesos.
Así, la nueva realidad ha motivado la creatividad en los sectores social, económico y financiero, y es deber de todos ofrecer las mejores alternativas que deriven en relaciones cuyo resultado sea un inminente ganar-ganar.
Por Xavier Villalobos, Director de Alianzas Estratégicas y Desarrollo de Negocios ION