Elecciones, ¿motor de la economía?
Por Héctor Alcázar, CEO de Alcázar & Compañía
No se asusten, no he cambiado el giro de mi columna, esta es una publicación enfocada a los negocios y franquicias, esta es su esencia y esta es su razón de existir. Sin embargo, no podemos dejar de lado lo que sucede en el día a día de nuestros negocios y franquicias y, por supuesto, tampoco dejar de lado un tema fundamental, que además lo tenemos a días, como el tan llevado y traído tema de las elecciones y, como dicen todos los días, “las elecciones más grandes de la historia”.
Hemos estado más de año y medio sumidos en la incertidumbre de la economía, pasando por los tan complejos semáforos que cambiaban de un color a otro sin tener al 100 por ciento la claridad de las reglas, con ideas de un alcalde, de una gobernadora o de un gobernador que explican a su gusto lo que este famoso semáforo quiere decir en su zona de influencia.
Pero de pronto amanecemos una semana ya casi con el país en verde, con una cantidad de vacunas por día que no se había dado antes y con ganas de que se mueva rápido la economía. El daño está hecho, los negocios han cerrado, los empleos se perdieron y aunque las franquicias, como bien lo hemos visto en columnas anteriores, se han defendido mejor que empresas tan importantes como cadenas de cines, boliches y muchos negocios independientes, también han sido perjudicadas. Es muy extraño que, a un par de semanas de las elecciones, todo se acomode de tal forma que pareciera que se busca que la gente vea las cosas como si nada hubiera sucedido.
Es un hecho que la mayoría de las franquicias sigue siendo negocios PyMEs y que se mueve en la economía doméstica, en el día a día de cada uno de nosotros, desde la tienda de conveniencia, la gasolina, el restaurante, la tintorería, el arreglo de ropa, el taller mecánico, etcétera, y, claro, que la gente se sienta más tranquila para consumir ayuda, pero también es un hecho que nos debe llamar la atención lo continuo que ha sido el ataque a la macroeconomía.
Las franquicias operan, al menos la mayoría, en un nivel socioeconómico que inicia desde el nivel C- y si se lastima sustantivamente la inversión, se lastima a los grandes proyectos, las empresas llamadas “tractoras” que son las que jalan muy fuerte la economía de un país. Lo preocupante será que un sector tan pujante como el nuestro tenga pocos o muy pocos clientes a quienes venderle.
Así que, sin buscar otro tema que el defender a nuestro sector, estoy cierto que las elecciones siempre mueven la economía, pero pueden ser solo un paliativo si nos equivocamos de nuevo en la decisión que debemos tomar muy en corto, el próximo domingo 6 de junio, en las urnas.
Los empresarios hemos salido adelante con nuestras propias ideas, con nuestra comunidad, con apoyo de nuestras cámaras, de nuestras asociaciones y, claro, con las recomendaciones y trabajo conjunto con nuestros consultores. Sabemos claramente que lo que necesitamos en un negocio, en una franquicia, es personal, son colaboradores que quieran y que puedan; es decir que tengan las aptitudes, los conocimientos y las habilidades.
Estamos abiertos a la competencia y a seguir preparándonos y haciendo mejor las cosas pero podremos seguir creciendo, generando más empleos de calidad, si a la par se logra un país donde más personas tengan un mejor poder adquisitivo.
Me refiero a personas mejor preparadas y que puedan desarrollar mejor sus talentos porque, aunque existe en algunos lugares el paradigma de que a los mexicanos nos encanta el trabajar poco y recibir dádivas, en todos estos años de vida profesional yo he visto lo contrario: somos un pueblo muy trabajador, si nos capacitan y/o nos dejar innovar somos muy buenos.
Es un hecho, sin embargo, que hay quienes no les conviene que los mexicanos desarrollemos todo ese potencial y la pregunta que dejaré el día de hoy para varios de mis lectores es ¿por qué?, ¿por qué acostumbrar a la gente a que piense poco, a vivir de la dádiva? Ojalá que podamos seguir avanzando con franquicias en cada rincón de este país y no porque sean color de rosa, sino porque el propio modelo hace que nos pongamos las pilas para competir.
Hay muchos otros temas más complejos para corregir en un país tan hermoso, grande y diverso; la seguridad, por ejemplo, los graves errores que se han dado en los temas de salud, la educación justa y equitativa para todos, pero esos temas necesitan siempre una sociedad fuerte, preparada y una economía que se mueva y que genere riqueza, así que más que nunca este voto que ejerces como derecho, en unos días puede ser o no un extraordinario motor para nuestra economía.
* Héctor Alcázar es CEO de Alcázar & Compañía, una de las consultorías especializadas en franquicias con más trayectoria y prestigio de México.