De empleado a emprendedor de éxito: Marcos Rosas, franquicitario de Calufe.
Por Carolina Vega
“Cuando escuché la marca, algo en mí hizo clic”. Así relata Marcos Rosas su flechazo con Calufe, la franquicia ‘boutique’ de café y productos ‘gourmet’. Fue en 2010, poco después de la extinción de la empresa paraestatal donde trabajaba cuando este mexicano decidió dar un paso hacia el emprendimiento y entrar en el mundo de las franquicias. Poco más de una década después administra con éxito una unidad y dos puntos de venta en la Ciudad de México.
Tlapalería o tienda de abarrotes eran las dos únicas opciones que Rosas contemplaba cuando decidió emprender con la liquidación recibida tras años de trabajo en Luz y Fuerza del Centro. Sin embargo, un artículo escrito por el consultor en franquicias Héctor Alcázar, CEO de Alcázar & Compañía, le hizo cambiar de opinión. “Insistía mucho en invertir en algo que realmente nos gustara, no solo en un negocio que fuera rentable”, recuerda.
Su amor por el café le hizo decidirse entonces por Calufe, una marca con años de experiencia en la elaboración y distribución del grano y productos ‘gourmet’ como galletas, panes, licores y chocolates, pero que, sin embargo, también empezaba a franquiciar su negocio en la Ciudad de México.
Tras recibir financiamiento por parte de las autoridades gubernamentales, Rosas se convirtió en franquiciatario de Calufe, con miras a llevar por primera vez la marca a la Ciudad de México. Los primeros pasos fueron, reconoce, desafiantes.
“Yo soy muy dado a tener muchas ideas pero a veces las quiero desarrollar sin pies ni cabeza, por eso lo más importante es aprender a dejarse guiar, confiar en la experiencia de la marca”, aconseja Rosas, para quien, por ejemplo, encontrar un local con las condiciones adecuadas fue complicado. “Sin embargo, bastó conocer un establecimiento de Calufe en Córdoba, Veracruz, para entender por completo cuál era el concepto exitoso”.
Ahora, más de una década después del inicio de esta aventura, Rosas es franquiciatario de una cafetería y boutique de Calufe en la colonia Nápoles, en la alcaldía Benito Juárez, y cuenta con dos puntos de venta más en la capital del país. “Es la tercera vez que firmamos un contrato con Calufe y cuando ves los números no hay ninguna duda de que la decisión correcta es continuar”, señala.
¿Recomendaría la adquisición de una franquicia? Rosas es rotundo, “completamente sí”. “Una franquicia, y especialmente Calufe, es una marca que ya tiene experiencia en su sector, que ha crecido mucho, además, sabe cómo transmitir seguridad y confianza con nosotros”, explica.