April 18, 2024

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Patricia Letona, rompiendo barreras en el aire

Patricia Letona, rompiendo barreras en el aire

Campeona de Parapente, con muchas ambiciones, aventurera, inquieta y viajera, así es Patricia Letona quien creció libre  y ha practicado casi todo los deportes extremos al aire libre.

 

Patricia García Letona enfrenta, cada práctica y cada competencia de parapente, lo que dice o piensa la gente,  porque como mujer no es fácil que  vean “normal” practicar  este tipo de deportes.

¿Qué retos enfrentas al ser una competidora de Parapente?

“Tiene varias partes, una la social,  porque cuando participas en un deporte extremo, como mujer, la gente cree que estas loca, piensan que estás en una actividad en donde está poniendo en riesgo tu vida, pero todo en la vida es riesgo, algunas cosas más que otras. Esto es difícil porque tienes que luchar en contra para que lo acepten”.

Además en este deporte ¿siempre estás rodeada de hombres?

Sí, es otra, es un deporte en el que hay muy pocas mujeres, predominan los hombres y su forma  de aprender loa cosas es diferente a como lo hacemos nosotras, a los hombres los tienen que detener mucho para no correr riesgos y a las mujeres nos gusta que nos digan “sí eres capaz, lo estás haciendo bien”.

“Las mujeres medimos los riesgos, los vemos mucho más grandes y los hombres no. El instructor les tiene que decirles todo lo malo a lo que se puede enfrentar y las mujeres somos lo contrario, necesitamos que nos empujen a hacer las cosas para que salgan bien. Es una lucha interna como mujer  piensas en cuál es el riesgo al que te estás enfrentando, de que soy capaz y de que no, es una lucha interna fuerte”.

Pero los retos llegan a ser intimidantes cuando se enfrentan a la competencia y el noventa por cientos de los que observan son hombres.

Un deporte que intimida a las mujeres

“Existe una parte que intimida porque te rodeas noventa por ciento hombres y diez por ciento mujeres; cuando comienza la competencia, al hacer el despegue, además de concentrarte para resolver cualquier situación, estás con la presión de que los que te están viendo, y estás pensando en que  si no lo haces bien, van a decir claro es niña, por eso no puede”.

“Pero todo esto tiene su parte buena, porque al ser pocas mujeres nos cuidan y nos consienten mucho, a mí me ha tocado que a todos los lugares a donde voy de competencia siempre hay un trato súper lindo. Por ejemplo, yo vivo y  vuelo en Valle de Bravo´, en el Estado de México, y si aterrizo en algún lugar inmediatamente van por mi porque todos me conocen, tienes mucho apoyo y hay mucha motivación, por eso es que tiene sus pros y sus contras”.

Aunque esto no es todo, hay otro tipo de luchas a lo que se enfrenta nuestra campeona de parapente, no solo por ser mujer, sino porque para que este deporte se promocione sea competitivo a nivel internacional se requieren de apoyos económicos por parte de las Federaciones

¿Qué pasa con el apoyo por parte de dependencia y patrocinadores?

“Ese es todo un tema, yo he buscado apoyos y no ha sido nada fácil, primero porque las marcas en México no están acostumbradas a patrocinar deportes y vincularse con deportistas , generalmente el patrocinio te da dinero para un año, un proyecto y ya, pero cuando realmente una marca se vincula con un atleta y hacen que esa marca  tenga la imagen y los valores del atleta es otra cosa, pero aún no tienen esa visión de vincularse y tener un   beneficio, porque al final es un ganar, ganar, y si tienes una marca y quieres reflejar y tienes  un aleta y quieres reflejar puedes trabajar mucho con eso pero la verdad que no lo hacen”.

“Apoyan a los deportes que son televisados como el futbol pero hay muchos deportistas y sobre todo mujeres. En México hay muchas muy competitivas que están destacando  en varias disciplinas como moto, bici de montaña, y no hay marcas que estén tratando de vincular”.

“Sé que la Federación de Deportes Aéreos tiene seis  disciplinas y todo eso va reduciendo el reparto de presupuestos. Pero sería muy bueno apoyar y ver al deporte como algo que tiene muchos beneficios a la sociedad como disciplina, perseverancia y competitividad, la verdad vale la pena”.

¿El Parapente es un deporte reconocido y avalado en México y a nivel internacional?

“Si, la Federación que tenemos en México es parte de la Federación de Aeronáutica Internacional, si estamos avalados, los eventos más importantes son el Mundial que se lleva a cabo cada dos años, y México está avalado”.

“En general el parapente es un deporte joven y los países en donde más se practica es en Francia, justo ahora tienen al  campeón del mundo, son muy  buenos y tienen mucho apoyo. En Francia por ejemplo desde la preparatoria es obligatorio llevar un deporte y está incluido parapente entonces hay un semillero importante de jóvenes que se están preparando para volar.

Ellos llegan a las competencias con todo un equipo desde coach hasta chef y con todos los gastos pagados. En cambio en México, el año pasado que fuimos al Mundial, éramos cuatro, tres hombres y yo, íbamos solos, cada quien le hizo como pudo para pagar sus gastos. Tenemos que trabajar mucho los dos o tres meses anteriores para salir adelante, inclusive estando allá es muy difícil”.

Y para lograr el éxito, como en todo, hay que ser disciplinado, constante

¿Cuánto tiempo le dedicas de entrenamiento?

“Depende de la temporada, en promedio vuelo 4 veces a la semana combinando Parapente y Ala delta. También paracaidismo pero en esto estoy aún muy novata. En temporada de lluvia podemos volar pero menos trayectos y tiempo, pero la buena temporada para practicarlo es justo cuando acaban las lluvias, es cuando vuelo más, 5 o 6 veces a la semana con vuelos de tres a cuatro horas. En estados Unidos y en Europa, en el verano es cuando ellos vuelan más, las competencias internacionales son en esa temporada”.

¿Cuál es la diferencia  entre Parapente y Ala Delta?

“La técnica de parapente es muy parecida a la de paracaídas pero más largo, el paracaídas está hecho para que después de que lo abres tenga planeo suficiente para un buen aterrizaje, y el parapente lo modificaron para que planee cada vez más, al grado que puedas manejar las corrientes aéreas y aunque no tienes motor y no está hecho para subir puedes buscarlas y a la hora de encontrarlas subir más y avanzar más lejos. Lu posición es sentado, que es un poco más cómodo. Cuando aterrizas lo puedes doblar y meterlo a una mochila. El aterrizaje es menos complejo porque no se manejan altas velocidades, puedes maniobrar más. Un espacio normal de aterrizaje puede ser media cancha de futbol”.

Ala delta, más velocidad y aterrizaje complejo

“Ala delta es una estructura triangular rígida con una arriba en forma de triángulo y otro en la parte de abajo que es con el que manejas y vas acostada boca abajo, por eso dicen que es lo más parecido a una ave, es un poco más incómodo, pero  ya en vuelo es mucho más rápido y por ser rígido, si hay turbulencias no pasa nada porque tiene más estabilidad, aunque planea más y manejas más altas velocidades el aterrizaje es más complejo, debes ser muy preciso porque llegas a una velocidad más alta y el espacio es más reducido, no puedes maniobrar mucho hay que ser más preciso. Tu espacio de aterrizaje debe ser muy amplio, el espacio de aterrizaje debe ser más amplio, el espacio de una cancha de futbol sería reducido”.

“Cada uno tiene sus ventajas y desventajas pero en sí son herramientas distintas para volar el mismo aire”.

¿Por qué la pasión por todos los  deportes extremos?

“Desde niña los practico, mi mamá me llevaba a clases de todo, también practique equitación muchos años, me encantan los animales, soy veterinaria zootecnista. Con el tiempo fui descubriendo  cosas que me gustaban, participaba en competencias  hasta llegar a parapente. Me acuerdo de mi primer vuelo lo hice con un amigo piloto, me llevó a un vuelo más largo de lo normal, incluso haciendo acrobacia y bueno para mí fue increíble”.

“De ahí en adelante el vuelo me ha dado mucho, para empezar me ha empoderado dentro del deporte, te da la confianza de que has aprendido, que puedes llegar a hacer más cosas, te quitas muchas barreras tanto en competencia como en mi vida personal”.

Todo esfuerzo vale la pena

“De ahí me preparé en Ala Delta, fue un proceso lento porque combinaba con parapente hasta que logre dominar los dos. Pero me encanta aprender cosas nuevas, los retos de deportes me gustan mucho, pero aunque no me da la vida, siempre trato de estar en algo más. Todo lo que implique un reto me gusta porque al final si te empeñas en algo y lo llegas a dominar es una gran satisfacción saber que eres capaz  de ir más lejos. Implica mucho esfuerzo pero cuando llegas a la meta te das cuenta que vale la pena”.

“En parapente soy mejor porque llevo más tiempo practicándolo, ya compito en categoría abierta que es la mundial, en Ala delta estoy en intermedia pero en el ranking  mundial de ala delta estoy muy bien colocada, en el próximo mundial que es en dos años me gustaría estar en el top.

¿Qué piensas cuando estás volando?

“Depende, hay muchos tipos de vuelo, puede ser una tarde padrísima ahí la sensación es de paz y tranquilidad, si el vuelo es donde las condiciones son fuertes o bien ya un vuelo de competencia en donde estas concentrado en la toma de decisiones. También me gusta hacer acrobacia y ahí llevas ogro tipo de concentración”.

“Puede estar volando y pensar en mil cosas y disfrutar el vuelo, pero cuando ya estás concentrada en algún objetivo tu mente solo está en eso. Lo que pasa es que mientras más vuelas, más aprendes y toda esa información te hace tomar decisiones casi sin pensar, vas con los ojos abiertos para ver absolutamente todo, es una constante toma de  decisiones, yo digo que volar parapente es como un juego mental, y el que gana es el que mejores decisiones toma”.

Momentos de concentración

“Si el vuelo es turbulento sí te pones súper nervioso y te asusta estar ahí, pero hay que  confrontar los miedos. Cada vuelo es diferentes, puede ser desde 10 minutos hasta siete horas. E el caso de las competencias son de cuatro horas y en ese tiempo te puede pasar de todo, hay momentos que aunque estés muy concentrada, volteas y observas lo que hay a tu alrededor y dices “no puedo creer esto es una locura” ¿qué hago aquí? ¡Estoy a mil quinientos metros sobre tierra, viendo las montañas espectaculares!”.

“Hay de todo, a veces te acuerdas de los consejos que alguien te dio o de cosas que no tienen nada que ver con el vuelo, te acuerdas de tu perro o lo que sea, pero yo normalmente me concentro mucho al grado de no tomar agua, no comer, nada importa en ese momento y el tiempo se te pasa volando, literal. Cuando aterrizas y te das cuenta de las horas que estuviste en el aire te sorprendes”.

¿Has tenido vuelos peligrosos o de riesgo?

“Sí, he tenido situaciones en donde me he puesto muy nerviosa, a mí desde un principio los aterrizajes se me hicieron fáciles y los despegues me imponían, eran los nervios del despegue. Con el tiempo he aprendido a dominar eso. Hay otras cosas que si me dan nervios y sobre todo en competencias en donde te mandan por rutas difíciles que dices, no voy a llegar al aterrizaje o aquí no hay donde aterrizar”.

“Me pasó en una competencia en España,  me acuerdo que nos mandaron por una ruta que cruzábamos los brazos de una montaña, entre cada brazo había una cañada y al llegar al otro brazo iba volando muy bajo, yo volteaba y veía muy cerca los árboles, estaba en el vuelo y me temblaba todo el cuerpo. Eso me paso hace tres años y después he estado en situaciones similares pero ya lo controlo porque ya sabes cómo lo vas a resolver”.

“Y bueno he tenido incidentes en donde se me ha acorazado la vela y tuve que sacar reserva (para los que no entendemos este lenguaje, es que se ha atorado la vela y ha utilizado el paracaídas de emergencia). Eso me pasó en Valle de Bravo porque estaba muy turbulento, se me colapsó, se empezaron a enredar los cables y saque el paracaídas de emergencia, pero a mi esas situaciones la verdad no me asustan porque reacciono muy rápido; el miedo viene al día siguiente cuando te subes a volar otra vez, piensas que te va a volver a pasar lo mismo, es como procesarlo después”.

¿El vuelo más largo que has hecho?

Una vez volé en el parapente como siete horas y fueron 140 kilómetros de distancia. Tuve otro vuelo que fue más corto en tiempo pero fueron en distancia 210 kilómetros que fue record nacional hace tres años. Lo hicimos mi amigo Alex y yo, despegamos en un lugar cerca de Guadalajara y aterrizamos en San Luis Potosí.

Otra de las pasiones de Patricia Letona son los animales, especialmente las aves, claro, y durante algún tiempo se dedicó a entrenar a estos animales.

¿Sigues entrenando aves?

“No, pero en el programa que estoy trabajando que hacemos un taller de educación ambiental tenemos una guacamaya y un cuervo, los dos vuelan distancias cortas para el programa, pero yo estoy armando un proyecto para que el cuervo vuele conmigo, requiere de mucho tiempo pero es una de las cosas que me encantaría hacer, pero sí tendría que dedicarme casi al 100 %. Ya estoy buscando patrocinadores, hay que conseguir equipo de telemetría que es una antena que se le coloca al zopilote por si se asusta o se escapa lo puedas localizar, también se necesitan ciertas instalaciones y  sobre todo tiempo para dedicarle, entonces estoy en busca de apoyos para ese proyecto y mientras esto llega pues yo seguiré con su entrenamiento”.

¿Qué sigue, cuál es tu siguiente reto?

“Dentro del vuelo hay mucho, una de las cosas que me gustaría hacer más formal, es combinar la alta montaña con el vuelo. Lo hicimos ya en el Iztaccíhuatl, subimos cargando los equipos, llegamos a la cumbre y de ahí volamos. También intentamos  hacer el pico de Orizaba, pero aquella vez no se pudo. Está el proyecto de ir a volar del Nevado de Toluca  primero con Parapente y luego con ala delta. Volver al Iztaccíhuatl y al pico de Orizaba, eso es lo que tengo para el próximo año y si se pude ir al mundial de P

arapente y el pre mundial de Ala Delta”.

“También hay un viaje planeado a Brasil para el año que entra donde se ha roto el record de distancia femenil en el mundo y quiero primero romper mi propio record y después romper el record mundial femenil que este año lo rompió una brasileña con 410 kilómetros, que debe ser  en línea recta. Entonces estoy apenadísima para romper mi propio record y si se puede el mundial”.

 

 

Por: Maricarmen Tudón

Fotos cortesía de Patricia Letona

 

 

 

 

 

 

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