Quieren convertir a Nueva York en santuario de migrantes
Nueva York, 6 Feb (Notimex).- El presidente de la Asamblea de Nueva York, Carl Heastie, presentó hoy una serie de iniciativas de ley para hacer de este estado un santuario para inmigrantes indocumentados, y relanzó la legislación conocida como DREAM para estudiantes.
La serie de iniciativas fue patrocinada por el asambleísta Francisco Moya, bajo el nombre de Ley de Libertad del estado de Nueva York, y busca dar certeza a funcionarios estatales y locales en las interacciones con todos los habitantes, incluidos los indocumentados.
Uno de los proyectos prohibiría a las autoridades estatales y locales interrogar o arrestar a una persona con base en su presunto estado migratorio o bajo la sospecha de que violó leyes federales de inmigración.
Otra iniciativa aseguraría que las personas no sean cuestionadas innecesariamente acerca de su estatus migratorio cuando buscan servicios estatales o locales del gobierno.
Las agencias gubernamentales estatales y locales también tendrían que mantener privado el estatus de inmigración de las personas a las que brindan servicios. Asimismo, las personas en procesos de deportación tendrían automáticamente derecho a una representación legal.
La ley DREAM estatal eliminaría los obstáculos para que estudiantes indocumentados puedan obtener ayuda financiera a fin de que puedan asistir a una institución de educación superior.
Estos estudiantes, además, serían elegibles para las becas de ayuda financiera basados en el desempeño, además que podrían pagar la misma colegiatura que los residentes del estado.
“La mayoría de la Asamblea cree que el éxito continuo de nuestro estado depende de asegurar que los inmigrantes tengan acceso a los recursos que necesitan para hacer contribuciones significativas a sus comunidades”, apuntó Heastie.
Añadió que esto sin el temor de una deportación inapropiada y otras consecuencias serias”, dijo.
En un comunicado, Moya expresó que los inmigrantes son un bien vital para Estados Unidos, y que sus contribuciones son innegables para las comunidades, la fuerza de trabajo y los colegios de Nueva York.
“Desalentar a las personas de denunciar un crimen o acceder a beneficios que pueden mejorar sus vidas y productividad es un mal servicio para todos”, asentó Moya.
Las leyes, que se estima serían aprobadas por la Asamblea de Nueva York, enfrentarían un futuro incierto en el Senado estatal, que ya rechazó previamente la iniciativa DREAM.