Facturas falsas reflejan crisis en la sociedad
De 2015 a 2018 fueron presentadas 210 denuncias en contra de los llamados «factureros» ante la Fiscalía General de la República.
De acuerdo con datos del Servicio de Administración Tributaria (SAT), 2019 podría cerrar con un número superior a 300 acusaciones, 30% más respecto a los cuatro años anteriores, para quienes buscan evadir al fisco con facturas falsas.
Esto porque han sido presentadas 174 en lo que va del año y otras 130 están en proceso, como resultado de un operativo que inició este año para combatir el lavado de dinero.
«Eso habla de una crisis de la sociedad», sostuvo la jefa del SAT, Margarita Ríos Farjat, al señalar que esos hechos han permitido evidenciar una red de empresas -145- factureras con operaciones simuladas por al menos 50 mil millones de pesos.
Estas compañías se establecen fácilmente de un año al otro y, sin deberla ni temerla, facturan miles de millones de pesos que van a parar, a través de transferencias hasta China, Rusia, Taiwán y otros países, apuntó.
Actividades ilegales
«El tamaño del problema es realmente muy grande», sobre todo porque el análisis de los perfiles deja ver a jóvenes, padres de familia y personas con educación que están involucrados en esas actividades ilegales.
Sostuvo que las cifras de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), son «escandalosas» y desanima mirar a tanta gente involucrada porque «se le hace fácil comprar o vender una factura falsa», pero quienes incurrieron en esas prácticas es porque «perdieron el sentido de decencia».
Diez mil empresas ilícitas
El SAT tenía identificadas al menos 10 mil empresas dedicadas a esa actividad ilícita, con casi nueve millones de facturas falsas, hasta principios de septiembre de 2019.
Esto representó una evasión fiscal de 354 mil millones de pesos, es decir, 1.4% de Producto Interno Bruto (PIB). Se estima que la emisión de esos documentos creció 21 veces desde 2014 y hasta 2018.
Si bien parte de la población argumenta que las autoridades deben acabar con este problema, la titular del SAT subrayó que las instituciones no crearon ese mercado. «La oferta y la demanda suceden ahí, donde está la sociedad civil».
“Hay un mercado y la sociedad es la que tiene que acabar con el mercado (y) nosotros estamos para apoyarla, pero si el mercado sigue creciendo, ¿cómo lo acabas?», cuestionó Ríos-Farjat.
NTX/CTS/MDT