Papa Francisco: «Cuando tengo problemas pienso en el portero»
Ciudad del Vaticano, 23 Feb (Notimex).- El Papa Francisco recibió hoy en El Vaticano a los jugadores del club español de futbol Villarreal y al dirigirse a ellos les confesó que cuando tiene problemas piensa en el portero, que debe parar los balones de donde le vengan como en la vida.
“La vida es así. Hay que tomar las cosas de donde vienen y como vienen. Y cuando yo me encuentro frente a situaciones que no esperaba, que hay que resolver y vinieron de acá cuando yo las esperaba de allá, pienso en el portero, así que los tengo muy presentes”, aseguró.
En la Sala Clementina del Palacio Apostólico, Francisco saludó también a los directivos del equipo que viajó a Roma para disputar un cotejo de la Europa League, la segunda copa del “viejo continente”.
Constató que el fútbol, como los demás deportes, es imagen de vida y de sociedad porque los jugadores se necesitan unos a otros, ponen su profesionalidad en beneficio de un ideal común: jugar bien para ganar.
Para lograr esa afinidad, apuntó, se necesita mucho entrenamiento, dejando de lado el individualismo o las aspiraciones personales porque cuando uno piensa en sí mismo y se olvida de los demás, en Argentina se dice “comerse la pelota” solo.
“Cuando ustedes juegan al fútbol están al mismo tiempo educando y transmitiendo valores. Muchas personas, especialmente los jóvenes, los admiran y los observan. Quieren ser como ustedes”, siguió.
Advirtió que esto es una responsabilidad y debe ser una motivación para dar lo mejor de ellos mismos para ejercitar esos valores que en el fútbol tienen que ser palpables: el compañerismo, el esfuerzo personal, la belleza del juego, el juego de equipo.
Sostuvo que una de las características del buen deportista es el agradecimiento y les pidió recordar no solo a aquellas personas con los que iniciaron a jugar de pequeños sino también a los entrenadores, asistentes y hasta los aficionados que los animan en cada partido.
Ese recuerdo, siguió, no debe hacerles sentir superiores sino darse cuenta que son parte de un “gran equipo”, que es la sociedad, y un “gran juego” que no es solo suyo, sino de todos aquellos que han formado parte de sus vidas.
“Esto fortalece el espíritu del juego amateur, que nunca hay que perderlo, hay que recuperarlo todos los días, por lo que te mantiene con esa frescura, con esa grandeza de alma”, estableció.