Espectacular eclipse de la superluna azul de sangre
Este 31 de enero se da un fenómeno que no se repite desde hace 150 años: un eclipse lunar, una superluna, una luna de sangre y una luna azul.
Mañana 31 de enero se producirá una tripleta astronómica muy poco frecuente y espectacular. Durante poco más de una hora la luna llena, que será azul y superluna, coincidirá con un eclipse total lunar. No es que ninguno de esos tres eventos sea por sí mismo algo excepcional, pero sí es que sucedan todos en un mismo día.
Para empezar, el Sol ilumina una parte de la Luna mientras ésta rota sobre sí misma y orbita alrededor de nosotros. Es lo mismo ocurre con la Tierra, nuestra estrella ilumina cada vez medio planeta. Como resultado, vemos diferentes porciones de satélite iluminado. Cuando vemos la cara por completo iluminada, es una Luna llena, lo que pasa cada 29 días. Y es justo lo que pasará el miércoles 31 de enero.
Una luna gigante
Esta luna llena nos parecerá, y solo es solo una sensación óptica, más grande y brillante de lo normal. Esto se debe a que la órbita de la Luna no es perfectamente circular, sino más bien elíptica, por lo que la distancia a la que se encuentra de nuestro planeta varía a medida que se desplaza por su ciclo. Así, cuando se encuentra en el punto más alejado es el apogeo, y cuando está en el más cercano, el perigeo. El 31 de enero la Luna estará en su perigeo. De ahí que nos parezca de mayor tamaño.
¿Por qué se verá rojiza y se la llama Luna de sangre?
Por un fenómeno llamado dispersión de Rayleigh. Las moléculas de gas de la atmósfera de la Tierra dispersan las longitudes de onda de la luz del sol más azules, mientras que las que son más rojizas pasan directas. De ahí que el cielo sea azul, y en cambio la puesta de sol y el amanecer, rojizos. Durante el día, la luz del Sol del espectro rojizo pasa directa y llega hasta el suelo, mientras que la azul se dispersa en todas las direcciones.
Esta bella y poco frecuente coincidencia no se producía desde hacía 150 años
La luz del Sol que llega a la Tierra pasa a través de su atmósfera y rebota en el suelo hacia la luna. Durante el eclipse, la luz azul se filtra en la atmósfera, lo que hace que la Luna se vea rojiza.
Para los observadores en América del Norte, Alaska o Hawai, el eclipse será visible antes del amanecer del 31 de enero. Para aquellos en el Medio Oriente, Asia, Rusia oriental, Australia y Nueva Zelanda, podrá ser vista durante la salida de la luna en la mañana del 31.